Si lo que buscas es una sal que dé color y un sabor algo distinto a los platos, la sal rosada es la ideal.
Al igual que la sal común está formada por cloruro de sodio pero en menor proporción, según un estudio comparativo si en un cuarto de cucharadita de sal común de mesa se encuentran 581 mg de cloruro sodio, en la misma cantidad de la del Himalaya sólo hay 388 mg y además contiene minerales como potasio, magnesio, calcio.
Otra cosa es que al parecer se necesita menos cantidad de la del Himalaya que la normal para conseguir la misma intensidad de salado.